ESTOICISMO EN EL CINE

ESTOICISMO Y CINE

 

Estoicismo en el cine
Million Dollar Baby (2004).

 

 

La filosofía es uno de los temas más populares de este blog. En el pasado he tratado aspectos generales y temas concretos como el desamor y filósofos como Hipatia. En la entrada de hoy me centraré en una escuela filosófica en concreto, el estoicismo, y cómo el cine ha representado sus enseñanzas.

 

 

Los principios de la escuela fundada por Zenón de Citio parecen estar viviendo una nueva edad de oro. Son muchos los que acuden a las enseñanzas de esta corriente de más de 2000 años para dirigir su vida de una mejor forma. Libros sobre el tema se han convertido en auténticos bestsellers, como los escritos por Ryan Holliday, Massimo Pigliucci y William Braxton Irvine.

 

 

 

 

Además de estudiar su origen, sus enseñanzas más prácticas y principales miembros, ilustraremos esta información con películas y personajes que se pueden catalogar como estoicos.

 

 

ORIGEN DE LA FILOSOFÍA ESTOICA

 

 

Para conocer el principio de esta escuela filosófica debemos de remontarnos más de dos milenios en el tiempo y  remontarnos a la cuna de la civilización occidental, Grecia. A la actual capital del país heleno, Atenas, llegó Zenón de Citio, un comerciante chipriota cuya fortuna se habían hundido en un barco mercante. Tras este incidente, se le atribuye la frase: «La fortuna quiere que tenga yo mayor libertad para filosofar«. Una frase que muestra la voluntad del estoico por aceptar el destino y no resistirse a lo que no depende de él.

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Zenón de Citio (336 a. C. – 264 a. C.)

 

 

En Atenas, y tras haber sido alumno de los cínicos Crates de Tebas y de Estilpón de Megara, Zenón empezó a dar sus propias clases de filosofía y con ellas atraer a un nutrido número de seguidores de diferente poder adquisitivo y profesiones. El chipriota impartía sus lecciones en el lado norte del ágora ateniense, en un pórtico pintado que en griego antiguo recibía el nombre de Stoa Poikile, de donde deriva el término estoicismo.

 

 

Las enseñanzas de Zenón obtuvieron un gran éxito y se extendieron a occidente. Esta popularidad se debía al enfoque práctico de la filosofía estoica.

 

Su enfoque práctico atrajo a muchos seguidores de todas las clases sociales. Varios gobernantes encontraron utilidad en sus ideas y hablaban de ellas en público, lo que convirtió al estoicismo en una filosofía muy popular.

Parte de su atractivo radica en su practicidad. No dedica mucho tiempo a debates intelectuales sino que intenta ayudarnos a lidiar mejor con los problemas diarios: enfermedades, toma de decisiones, críticas, enfados, adversidadestentaciones

El estoicismo ofrece respuestas a todo tipo de problemas, de ahí su aceptación en todos los estratos sociales. Por ejemplo, Epicteto era un esclavo y Marco Aurelio un emperador. Los principios estoicos fueron probados tanto en prisiones como en palacios.

Vázquez, Marcos (2021). «Qué es el Estoicismo: Principios, Origen, Herramientas, Referentes, Libros…» fitnessrevolucionario.com

 

 

De los seguidores de la filosofía estoica destacan personajes que ayudaron a su difusión. Destacan el exesclavo Epicteto, Séneca, y el emperador Marco Aurelio.

 

 

 

 

PRINCIPIOS DEL ESTOICISMO

 

 

Los principios básicos de la filosofía estoica son pocos y prácticos. El propósito de sus enseñanzas es guiarnos hacia una buena vida. Una buena vida para los estoicos era alcanzar lo que llamaban eudaimonia, un término traducido al español como felicidad, pero que se corresponde más a lo que entendemos por prosperidad. Estudiaremos estos principios guiados por el primer capítulo del libro Invicto: Logra más y sufre menos de Marcos Vázquez, el creador de la popular web fitnessrevolucionario.com. estoicismo_cine

 

 

Una prosperidad, la eudaimonia, entendida como el alcance del potencial personal del individuo, que se alcanzaba a través de la virtud (areté) y la tranquilidad (ataraxia).

 

 

 

VIRTUD

 

 

La virtud o areté (excelencia), es el conjunto de comportamientos que te llevan a alcanzar tu potencial. Llevar una vida virtuosa era lo más importante para los estoicos, pues se trataba de cómo vivir para vivir bien. Marco Aurelio destacaba la importancia de vivir de acuerdo a nuestra naturaleza humana, en la que tenía un papel predominante la capacidad de usar la razón y la conexión con nuestros semejantes.

 

 

Vivir de acuerdo a la naturaleza no es otra cosa que vivir de forma virtuosa. Para esto, los estoicos guiaban su vida con cuatro virtudes principales: la sabiduría, la justicia, el coraje y la disciplina.

 

 

Con sabiduría, los estoicos no entendían el cúmulo de conocimientos en alguna materia concreta, sino el uso de la razón y la observación objetiva. Esto es fundamental a la hora de actuar con justicia y diferenciar lo depende de uno o no, por lo que es la madre del resto de virtudes.

 

 

La justicia conlleva el beneficio de la sociedad. La frase de Marco Aurelio en sus Meditaciones «lo que no es bueno para la colmena no es bueno para la abeja» indica la importancia de actuar de modo que beneficie a los que tenemos alrededor.

 

 

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Marco Aurelio (121-180).

 

 

El coraje o valentía hace referencia a la capacidad de actuar a pesar de las circunstancias externas y sus consecuencias. Actuar de forma correcta a pesar de que de miedo, vergüenza o pereza.

 

 

Séneca dejó por escrito que debíamos de admirar a quien lo intenta, a pesar de que fracase, aunque lo matizaba con la idea de que un coraje sin valentía era un tipo de cobardía.

 

 

En la disciplina, también conocida como templanza, encontramos el autocontrol y la fuerza de voluntad. Los estoicos defendían la idea de que un hombre sin autocontrol no podía ser libre, y que alguien que caía de forma reiterada en sus pasiones nunca iba a alcanzar la tranquilidad y la felicidad.

 

 

TRANQUILIDAD

 

 

Tanto los humanos de hace 2000 años como nuestros contemporáneos ansiamos una vida lejos del sufrimiento que produce la ansiedad. Actuar de una forma virtuosa daba esta tranquilidad a los estoicos, pues sólo se preocupaban de actuar de forma correcta, sin preocuparse de un resultado que no dependía de ellos.

 

 

Estaban en contra de conseguir esta tranquilidad mediante el uso de sustancias, como el alcohol. También defendían la idea de que la tranquilidad no se consigue mediante la resolución de los problemas externos, pues estos forman parte de la vida.

 

 

Estatua de Séneca ( 4 a. -65 d. C.),

 

 

Tanto la ataraxia como la areté se retroalimentaban. Si, como he expuesto, actuar con virtud es necesaria para alcanzar una tranquilidad, sin tranquilidad es difícil actuar con virtud.

 

 

PASIONES

 

 

Uno de los mayores enemigos para nuestra tranquilidad son nuestras emociones irracionales. A estas emociones los estoicos las denominaban pasiones (pathé).

 

 

Los estoicos proponían controlar estas pasiones, pero no suprimirlas, pues defendían la idea de que la razón no puede prevenir este tipo de emociones, pero si regularlas y encauzarlas hacia algo positivo. Desarrollaron herramientas mentales con las que conquistar estas emociones irracionales que les alejaban de sus objetivos.

 

 

El control de las emociones les ha hecho ganarse la mala fama de gente indiferente*. Pero la realidad es diferente. El control sobre sus pasiones les llevó a impactar de forma muy positiva a su comunidad, pues una vez alcanzada la eudemonía, predominaba en ellos una actitud de gratitud ante la vida, y el aprecio hacia sus semejantes.


 

*La fama de la indiferencia viene de la traducción del término griego apatheia (ἀπάθεια), y las connotaciones negativas que hoy en día tiene el vocablo apatía. Con apatheia, los estoicos se referían a un estado libre de alteraciones negativas, que les ayudara a actuar de forma correcta. Nada que ver con la actual definición de apatía que ofrece la RAE:

1. f. Impasibilidad del ánimo.

2. f. Dejadez, indolencia, falta de vigor o energía.

 


 

 

DICOTOMÍA DE CONTROL

 

 

La gran mayoría de estas pasiones nos provocan sufrimiento al hacer que nos centremos en resultados o situaciones que no dependen de nosotros. Distinguir lo que depende de nosotros y lo que no es uno de los principios estoicos que más olvidamos y que más nos pueden ayudar a alcanzar la eudaimonia.

 

 

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Dicotomía de control. Fuente: fitnessrevolucionario.com

 

 

Epicteto fue uno de los que más defendió la idea de que sólo debemos preocuparnos por lo que está bajo nuestro control. Para el exesclavo de Hierápolis, lo único que está bajo nuestro control, y por ende que depende de nosotros, son nuestras percepciones y nuestras acciones.

 

 

No es de extrañar que los estoicos dedicaran sus esfuerzos únicamente a lo que dependía de ellos, y no se preocupaban del resultado final.

 

 

AMOR FATI

 

 

Nuestras acciones darán un resultado que no controlamos. Aún así, los estoicos aceptaban ese resultado sin caer en la desesperación o en la euforia desbordada, aceptaban y apreciaban su destino. Eso es el Amor fati.

 

 

Los estoicos sabían que no podían cambiar lo que les depararía el futuro, que sólo controlaban sus acciones y percepciones. Este control de su percepción ante hechos que pudiesen ser negativos a simple vista les llevaba a ver el lado bueno de las cosas, y a aprovechar mejor todo lo que sucedía en sus vidas. El naufragio antes comentado que sufrió el fundador de la escuela estoica, Zenón de Citio es un ejemplo de Amor Fati.

 

 

Séneca dejó por escrito que «el destino guía a quien lo acepta, y arrastra a quien lo rechaza». Este tipo de afirmaciones se ha llegado a entender en nuestro tiempo como resignación. Pero nada tiene que ver con ello. No es que los estoicos se resignasen, sino que evitaban malgastar esfuerzo y tiempo en algo que no podían cambiar, el pasado. Los estoicos no se resignaban, sino que aceptaban su situación e intentaban actuar de la manera más virtuosa posible para mitigar el daño o sufrimiento que puede producir los acontecimientos presentes.

 

 

BUENO, MALO e INDIFERENTE

 

 

Ya hemos estudiado la importancia que daban los estoicos a lo que depende únicamente de nosotros. Y es que, para ellos, lo único que podía ser bueno o malo era lo que dependía exclusivamente de ellos. Es decir, que para ellos nunca hacía mal tiempo ni juzgaban las opiniones de los demás como buenas o malas. Para un estoico lo bueno es actuar con virtud.

 

 

Epicteto (​55-135).

 

 

Es por ello que los estoicos dedicaban la mayor parte de su energía y atención en lo que solo dependía de ellos mismos, en actuar bien. Así se despreocupaban de lo que no dependía de ellos, evitando numerosas preocupaciones que no podían solucionar.

 

 

A las cosas y situaciones que no dependían de ellos mismos los estoicos las denominaban indiferentes. En ellas catalogaban al dinero, la belleza física, el resultado de sus acciones, etc. Pero entendían la diferencia entre unos indiferentes como puede ser la buena fortuna y otros como las tormentas. Es por ello que estos pensadores diferenciaban entre indiferentes preferidos e indiferentes no preferidos. Es evidente que preferían tener buena salud a no tenerla, así como a tener una buena casa a una chabola de palos, pero su felicidad y tranquilidad no dependían de ello.

 

 

Los indiferentes preferidos son los favorables. Es decir, los que son mejor tenerlos que no tenerlos, sin que ello comprometa los valores del estoicismo. Algunos indiferentes preferidos son la riqueza, la amistad y el placer. Por otra parte, los indiferentes no preferidos son aquellos que son preferibles de evitar y no tener aunque su existencia no deba impedir actuar con virtud. Algunos indiferentes no preferidos son la pobreza, el dolor y la enfermedad.

 

 

MODERACIÓN Y SENCILLEZ

 

 

Mientras que los ascetas defendieron la pobreza y el sacrificio constante y los epicúreos el placer, los estoicos defendieron la moderación como una virtud y como una forma de disfrutar de ciertos placeres sin llegar a ser esclavo de ellos. Personalidades como Séneca y Epicteto conocían que los placeres naturales se debían a necesidades que se cubrían con poco, como el hambre y la sed que se calman con agua y comida, placeres naturales.

 

 

«Lo que la naturaleza ha hecho necesario para el hombre lo  ha hecho fácil de obtener. Pero si deseamos ropas lujosas bañadas en oro, no es culpa de la neturaleza, sino nuestra».

«La naturaleza ha unido el placer a lo necesario, no para quedarnos simplemente con el placer, sino para que esas cosas que necesitamos nos resulten atractivas».

Séneca

 

 

En caso de no actuar con moderación y convertir el placer en un fin en sí mismo obtendremos dolor, como cuando comemos demasiado o bebemos hasta tener el resacón de nuestras vidas al día siguiente.

 

 

La moderación estoica está relacionada con la sencillez. Los estoicos recomendaban priorizar la sencillez por encima de la sofisticación, por lo que no vestían con sofisticadas túnicas ni comían elaborados platos. Se limitaban a lo práctico y a lo útil para no alejarse de lo que ellos entendían por una vida apegada a la naturaleza.

 

 

 

 

LIBERTAD

 

 

El concepto de libertad para los estoicos es curioso. Contrariamente a hacer en todo momento lo que a uno le apetece, los estoicos entendían como libertad el dominio de uno mismo, sin caer en la esclavitud de los deseos. Es por ello que Séneca dejó por escrito que «la esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo».

 

 

Además de el control sobre los deseos, para uno ser completamente libre ha de sostener una mente calmada en los momento más estresantes y agotadores. Y es que los estoicos veían la verdadera libertad como un aspecto mental. No es de extrañar que Epicteto, quien fue durante años esclavo, nunca se sintiera como tal.

 

 

A pesar de que en nuestros días la esclavitud física está abolida y es prácticamente inexistente en el primer mundo, muchos siguen siendo esclavos de su propio miedo. Es decir, muchos llevan su propia cárcel encima. La siguiente frase de Séneca lo ejemplifica:

 

 

«¿Sabes por qué intentar escapar no te ayudará? Porque tu mente irá contigo. Debes liberarte de tu carga mental antes de poder estar a gusto en cualquier lugar?

 

 

ATENCIÓN

 

 

La atención es otro importante aspecto del estoicismo ya que es un indicador de cómo usamos nuestra mente. Una atención mayoritaria en nuestros pensamientos nos evitará vivir en «modo automático» y nos permitirá tomar acción de manera más racional y virtuosa.

 

“Cuando un hombre no sabe hacia dónde navega, ningún viento le es favorable” – Séneca. Iportancia de prestar atención a lo que depende de nosotros mismo.

 

Esta atención en los pensamientos era lo que los estoicos denominaban como Prosoche, una especie de meditación estoica con la que tomar el control de nuestros pensamientos, dirigir estos a nuestras metas y centrarse en el momento presente.

 

 

«Cuando relajes un momento la atención, no pienses que la recuperarás cuando quieras, sino ten a mano que, por el error de hoy, por fuerza tus asuntos irán peor en lo demás. Pues, en primer lugar, nace la peor de todas las costumbres, la de no poner atención; luego, la de diferir la atención. Sabe que constantemente estás retrasando para otro y otro momento la serenidad, la compostura, el estar y vivir conforme a naturaleza”.

– Epicteto, Disertaciones con Arriano, Libro IV.12.1-2.

 

 

Si no prestamos atención a nuestro pensamientos no tendremos un control notable de nuestra mente y acabaremos sucumbiendo a nuestros  deseos y emociones más negativas.

 

 

El Prosoche es muy similar al actual y popular mindfulness o atención plena. Esto no es de extrañar pues tanto el pasado como el futuro está fuera de nuestro control. Lo único que controlaos son nuestras acciones en el momento presente.

 

 

PELÍCULAS PARA ENSEÑAR ESTOICISMO

 

 

No conozco ninguna película que tenga como tema central el estoicismo, pero se trata de una filosofía así que, más que películas, deberemos estudiar a los personajes de estas.

 

 

EL PUENTE DE LOS ESPÍAS (2015). PERSONAJE: RUDOLF ABEL

 

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El puente de los espías (2015), de la que ya hablé en la entrada de Berlín durante la Guerra Fría, comienza con la detención en 1957 del agente secreto Vílyam Guénrijovich Fisher , más conocido en Occidente como Rudolf Abel, en los Estados Unidos.

 

 

la defensa judicial de Abel se le encarga a James Donovan, un abogado de seguros sin experiencia en la materia que acepta defender al espía, a pesar de la gravedad de las acusaciones. Rudolf fue condenado a más de treinta años de prisión por tres cargos. Pero un acontecimiento cambiaría el curso de su vida.

 

 

El 1 de mayo de 1960 un avión espía estadounidense fue derribado en territorio soviético. Se conoció como el «Incidente del U-2«. El piloto que pilotaba el avión, Francis Gary Powers, sobrevivió y fue encarcelado. Así comenzó una crisis para el gobierno estadounidense, la cual se trasladó al Consejo de Seguridad de la ONU.

 

 

Gary Powers fue sentenciado a diez años de prisión y siete de trabajos forzados. Sin embargo, James Donovan, orquestó un intercambio entre los dos rehenes, el cual tuvo lugar cerca de Berlín, en el puente de Glienicke el 2 de febrero de 1962.

 

 

 

Una de las cosas que más sorprende del personaje de Abel, el cual está magníficamente interpretado por Mark Rylance, es la sobriedad y la entereza que muestra en todo momento. Parece ser un hombre en total control de sus emociones y que sabe que no debe preocuparse de lo que no puede controlar.

 

 

Durante los juicios Donovan le preguntaba cómo podía no estar preocupado, a lo que Abel siempre respondía. «¿Ayudaría?».

 

 

 

 

MILLION DOLLAR BABY (2004). PERSONAJE: MAGGIE FITZGERALD Y FRANKIE DUNN

 

 

Clint Eastwood volvió a poner en pie al público con Million Dollar Baby (2004) un drama de boxeo que volvió a demostrar que este deporte es el rey del séptimo arte.

 

 

 

El filme narra una historia de superación personal a través del personaje de Maggie Fitzgerald, una joven estadounidense de clase baja que solo ha vivido bajo el desprecio de su familia y la precariedad de su barrio y trabajo. El deseo de esta chica es convertirse en boxeadora de élite y salir así del entorno sin esperanza en el que vive.

 

 

Maggie no tiene conocimientos de boxeo, está muy delgada y ni siquiera tiene dinero para comprarse el material necesario para entrenar. No obstante, eso no la detiene para dirigirse al gimnasio que regenta Frankie Dunn, un hombre ya viejo, solitario y de fuerte carácter que ha dejado atrás los tiempos en los que entrenó a futuros campeones, para pedirle que la entrene.

 

 

A pesar de la negativa inicial de Frankie, Maggie consigue su propósito a base de perseverancia. Con esfuerzo y dedicación se convertirá en una boxeadora profesional. Es tal el ejemplo de personaje estoico de Maggie Fitzgerald y Frankie Dunn que Daniela T. Montoya (2006) lo analiza en su artículo «El héroe estoico» para la revista y web encadenados.org. Expone que hacen gala de aspectos tan estoicos como la serenidad y la fortaleza ante la adversidad.

 

 

SERENIDAD Y TRANQUILIDAD

En el personaje de Frankie de Million Dollar Baby, Clint Eastwood depura al máximo el sujeto imperturbable que ya ha ido perfilando en sus películas anteriores. Un individuo capaz de contener sus impulsos y permanecer impasible ante las adversidades como, por ejemplo, el ladrón (también interpretado por Eastwood) de Poder absoluto (1996), que observa conteniendo la respiración tras un espejo cómo maltratan y asesinan a una chica y, a lo largo de la película, debe mantener la calma para poder ir atando cabos a la vez que evitar que le maten; o el nuevo rico Jim Williams (Kevin Spacey) de Medianoche en el jardín del bien y del mal (1997), quien se esfuerza por no perder la compostura ni aun siendo acusado por la muerte de su amante. Un sujeto que, como el prototipo de jinete solitario que inunda su filmografía (“El extranjero” de Infierno de cobardes (1973), el predicador de El jinete pálido (1985), o el conocido “Harry el Sucio”), debe procurar permanecer siempre con la mente despejada y serena para evitar correr el riesgo de perder el equilibrio y caer sin remedio. Las pautas básicas por las que regirse para tener la vida ideal son el autocontrol de las emociones y el desapego para evitar que los afectos distorsionen el juicio. Cada uno ha de protegerse a sí mismo, tanto física como mentalmente porque, llegando a ser una persona íntegra y lúcida, es el mejor medio para alcanzar el equilibrio. De ahí la imagen constante de duro y solitario que, una vez más, exhibe el protagonista de otra película de Eastwood.

T. Montoya, Daniela. (2006). «El héroe estoico». encadenados.org

 

 

 

 

BATMAN BEGINS (2005): PERSONAJE DE BRUCE WAYNE

 

 

La primera de las tres películas con las que Cristopher Nolan revisó el personaje de cómic que Bob Kane y Bill Finger crearon en 1938, Batman Begins (2005), nos muestra la formación de superhéroe estoico.

 

 

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Bruce Wayne no nació con superpoderes como otros superhéroes, de hecho tuvo que sufrir terribles acontecimientos como el asesinato de sus padres cuando este era niño. Fue la actitud estoica lo que le convirtió en el personaje más admirable de la ciudad de Gotham, y uno de los preferidos de los aficionados a los cómics americanos.

 

 

En el artículo «Batman y la actitud estoica» que Teresa M. Terol (2020) escribió para la web diariodeunestoico.com estudia esta transformación, la de un niño huérfano en todo un héroe.

 

 

 

 

Terol (2020) expone como los principios estoicos son los que salvaron la vida del joven Wayne cuando este perdió a sus padres. Empieza el artículo con la caída de Bruce Wayne en la guarida de su padre, una cueva repleta de murciélagos. En ella entendió que el miedo es solo una emoción que tiene una utilidad y que se puede aprender de ella.

 

 

Poco antes de que sucediese la tragedia de la muerte de los padres de Bruce, la familia se encontraba disfrutando de un espectáculo teatral del que tuvieron que salir de forma prematura por el miedo que tenía Bruce del espectáculo. Fue entonces, al salir del recinto, cuando un ladrón intentó robar a la familia y acabó con la vida de los dos adultos debido a que no cedieron al chantaje. Fue entonces cuando entendió lo importante de no ceder al miedo, y de cómo no debía caer en sentirse culpable de la situación ni víctima de la misma.

 

 

 

No obstante, tuvo que gestionar una notable ira que le pedía venganza. Entendió lo que Séneca quiso decir cuando escribió que  «la mejor acción correctiva contra la ira es la postergación de la respuesta. Su primer asalto es duro, pero se debilitará con la espera».

 

 

Tras quitarse todo ápice de victimismo y ganas de venganza, Bruce abrazó el valor de la sabiduría y la justicia para evitar el mal en la ciudad de Gotham y convertirse en el héroe que tanto admiraban sus vecinos.

 

 

 

 

CUENTOS DE TOKIO (1953): PAREJA DE ANCIANOS HIRAYAMA

 

 

No todo iba a ser cine americano de este siglo. El director nipón Yasujirō Ozu (1903-1963) nos dejó una de las mejores filmografías de toda la historia. Sus películas son auténticas joyas cinematográficas que hablan sobre la vida cotidiana y sobre los problemas que esta presenta a personajes normales, sin cualidades extraordinarias, personas corrientes de clase media y baja de la sociedad japonesa de los años anteriores a la guerra y la posterior posguerra. De entre todas sus películas, Cuentos de Tokio (1953) es la más conocida en occidente y se la puede considerar una de las mejores películas de la historia del cine.

 

 

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Cuentos de Tokio (1953).

 

 

Ya hablé de Cuentos de Tokio (1953) en la entrada sobre la vejez en el cine, pero ahora analizaremos algunos valores y ejemplos de estoicismo que abundan en el filme de Ozu.

 

 

Cuentos de Tokio narra la llegada a Tokio de un matrimonio de ancianos para visitar a sus dos hijos y a sus nietos. Antes de que lleguen a instalarse en la casa de su hijo mayor su estancia ya acarrea algunos problemas a la familia, pues ven cómo sus planes se ven alterados por la llegada de sus padres.

 

 

A pesar de que la película carece de villanos al uso, se aprecia que los hijos y nietos de los ancianos pecan de egoístas. Los hijos declaran no tener tiempo para atender a sus padres,  ya sea por trabajo o por otros compromisos. Todo ello de la manera más directa y honesta, sin que ninguno de los personajes se anteponga a otro. En el coloquio que el programa Qué grande es el cine dedicó a Cuentos de Tokio se opina que esta honestidad es una muestra de la tolerancia entre dos generaciones: la de los ancianos, que educaron e inculcaron los valores de respeto y trabajo a sus hijos, pero que llevaron el país a la guerra; y la de los hijos, quienes murieron en la guerra e hicieron actos horribles, y que ahora optan por el estilo de vida Occidental dejando de lado los valores nipones más tradicionales.

 

 

 

 

La única interacción  profunda que tienen los ancianos con los nietos es cuando la abuela sale a pasear con los dos nietos quienes han sido obligados por sus padres para ello. Entre las quejas del mayor de los niños, en el cual se hace visible la impaciencia de la juventud y su egoísmo, la abuela pregunta al más joven acerca de la profesión que quiere ejercer en un futuro, pero este parece estar absorto en sus juegos, y es la abuela la que se contesta: «Quién sabe donde estaré yo cuando seas mayor». Es una secuencia llena de ternura y a la vez cargada de dolor; un dolor mostrado de forma directa y si exagerar. La abuela afirma y acepta que morirá antes de ver a su nieto convertido en un adulto, mientras que el nieto es demasiado pequeño e inocente como para percatarse de esto.

 

 

Sólo hay un personaje joven en la película que parece tener en cuenta a los ancianos. Esta es Noriko, la viuda de uno de los hijos que aún sigue anclada en el recuerdo de una época pasada, la de la guerra, donde el estilo de vida americano era detestado. Noriko no pone pegas a pedir días libres en el trabajo para poder hacerse cargo de sus suegros; al contrario, ella demuestra lo feliz y orgullosa que se siente de poder estar con ellos y enseñarles Tokio, una ciudad que no está hecha para viejos.

 

 

Los hijos deciden enviar a los padres a un balneario donde creen que los padres podrán descansar y ellos poder librarse del problema de tener que acompañarlos. Sin embargo esta idea tan idílica está lejos de ser real, pues el balneario no es ni mucho menos un lugar donde los ancianos pueden descansar, sino que es un lugar donde la gente trasnoche, bebe y juega. Esto se hace evidente en una de las secuencias más bellas del filme, cuando, tras pasar una primera mala noche, la pareja llega a la conclusión de que lo mejor que pueden hacer es volver a su casa en Onomichi, que ya han visto a sus hijos y no quieren molestarlos más.

 

 

Esta escena tiene una planificación preciosa, con la pareja mirando al mar, donde se aprecia que la mujer está enferma, pero el espectador tiene la duda de que sea fruto de no haber descansado lo suficiente. El marido se preocupa por ella, pero no se acerca a levantarla, sino que es la mujer quien se levanta con las pocas fuerzas que tiene, en un gesto que se puede interpretar como un ejemplo de la fortaleza japonesa.

 

 

Tras regresar del balneario queda claro el descontento de la hija mayor por volver a estar pendiente de sus padres. Como no quieren molestar a sus hijos, el matrimonio de ancianos decide pasar la noche en casa de su nuera Noriko. Mientras que esperan a que Noriko regrese del trabajo Ozu nos ofrece uno de los pocos movimientos de cámara que hay en la película. Este es un lento y simple travelling que nos permite ver a los ancianos que esperan en la calle mientras comen. Resulta difícil no emocionarse ante la situación de unos viejos que no tienen lugar en la nueva sociedad japonesa de los cincuenta.

 

 

A pesar de que, tanto los hijos como los padres, tienen motivos para enfadarse los unos con los otros, no se reprochan nada. Eso es algo característico de las películas de Ozu, donde los personajes aceptan su vida tal y como es, sin quejarse o esperar algo a cambio. Son personajes que viven su vida amparados en diferentes valores, pero todos ellos nobles, que los llevan a cumplir con su responsabilidad, con un alto grado de resilencia.

 

 

La anciana no quiere causar más problemas a sus hijos, de los que se siente orgullosa porque los ve felices y con una familia a la que sacar a delante. Tras aconsejar a Noriko que olvide a su hijo para que pueda disfrutar de una nueva vida, les pide a sus hijos que en caso de que le pasara algo no se preocupen por ella, como si ya supiese que su fin está cerca.

 

 

 

 

Los ancianos, durante su viaje de regreso a Onomichi, aprovechan para visitar a un hijo que vive en Osaka que tendrá un papel destacado al final de la película. Ya en casa la madre, quien había manifestado su satisfacción por poder ver a todos su hijos a pesar de la atención recibida, se pone enferma. Esto no lo vemos de manera directa, pues nos enteramos a través de las conversaciones telefónicas que tienen los hijos de Tokio, los cuales debaten si acudir a visitar a su madre o atender sus quehaceres diario y esperar a que no sea algo tan grave.

 

 

Los dos hijos de Tokio llegan poco antes de la muerte de la madre. Una muerte que se muestra de manera natural, sin dramatismo: se muere sin darse cuenta, de madrugada. El hermano de Osaka llega después de que la madre fallezca, algo que también le pasó al director, pues Ozu, que había dedicado gran parte de su vida a cuidar de su madre, no llegó a tiempo para estar con ella en los últimos instantes de su vida, al creer que no estaba tan grave.

 

 

Durante el funeral el hijo de Osaka muestra su dolor, pero no tarda en olvidarlo en cuanto decide volver ese mismo día a su hogar, al igual que los hijos de Tokio, y dejar al padre que se acaba de quedar viudo. Es curioso el diálogo que tiene la familia tras el funeral, pues se mezclan recuerdos de la madre y disputas por la herencia, al igual que se puede ver la influencia de Occidente, pues el hijo de Osaka decide volver regresar antes porque quiere acudir a un partido de béisbol.  De nuevo, la nueva sociedad japonesa invadida por la cultura estadounidense, antepone sus intereses a las tradiciones y la familia.

 

 

El final de la película llena de serenidad al espectador. De nuevo es Noriko quien se queda unos días con el padre y la hija pequeña (Kyoko), quien siente rabia al observar el comportamiento tan egoísta de sus hermanos. Es aquí donde se produce uno de los diálogos más sinceros del cine. Cuando la hermana pequeña hace saber su disgusto ante la manera de ser de sus hermanos Noriko le responde que no se lo tome a mal, que ella también actuará igual en un futuro. Los hijos crean una familia y se separan de los padres.

 

Kyoko: La vida es tan decepcionante.

Noriko: Sí, lo es.

 

 

 

 

Al poco tiempo que le sigue la película le acompaña la sensación del paso tiempo, planos de trenes barcos, la vuelta al trabajo y la conversación entre el anciano viudo y Noriko, a quien anima a rehacer su vida y olvidar de una vez a su marido fallecido. El final no puede ser más natural, bello, directo y desgarrador: el anciano se queda sólo en la casa, mientras mira la vida pasar y acepta la vida y tal y como es.

 

 

La pareja de ancianos son un ejemplo de estoicismo en el cine. Quizá se deba a que algunos de los valores tradicionales japoneses coinciden con los de la filosofía estoica, y que parecen haberse perdido en esta época de globalización. Destaca el amor fati que muestra la pareja. Aceptan su destino sin resistirse. Saben que la atención que reciben de sus hijos no depende de ellos, y que sólo han de preocuparse por actuar con rectitud.

 

 

Además de abrazar su destino, el matrimonio de ancianos demuestra un notable control sobre sus emociones. Nunca les vemos enfadarse y hacen gala de una sobresaliente moderación.

 

 


 

Esta ha sido una rápida introducción a la filosofía estoica. Internet está repleto de modernos recursos para aprender más sobre el tema y siempre se puede acudir a las fuentes clásicas como las Meditaciones de Marco Aurelio y las Cartas consolatorias de Séneca. Seguro que, después de esta entrada, sois capaces de identificar muchos más personajes estoicos en otras películas.

 

 

Ángel Cuesta Bascón

Febrero de 2022

 

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