Diferencias entre clases sociales: Parásitos

DIFERENCIAS ENTRE LAS CLASES SOCIALES EN PARÁSITOS

 

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Everybody knows the fight was fixed
The poor stay poor, the rich get rich
That’s how it goes
Everybody knows

Versos de Everybody knows(1988) de Leonard Cohen

 

 

 

Entre el subsuelo y la calle ,en habitaciones asfixiantes, repletas de objetos antiguos desordenados y tirados por el suelo; hacinados en el retrete en búsqueda de una señal wifi de la que aprovecharse. Así se nos presentan los personajes de Parásitos (2019), una de las películas más populares de los últimos años.

 

 

Director de la película Bong Jonn-ho. imagen de elperiodico.com.

La producción coreana se hizo con la Palma de Oro en el festival de Cannes (2019), además de arrasar en los Premios Oscar, y aunar éxito de crítica y taquilla. Una película que se hizo un hueco entre los grandes taquillazos de su año, y que fue capaz de volver a las salas tras la reapertura de los cine, una vez la crisis sanitaria del Covid 19 (2020) lo permitió.

 

 

Una película que cautivaba por su historia y que, a mitad de la misma, se producía un giro de guion que la convertía en un thriller, casi una película de terror. No obstante guarda similitudes con la producción  de terror Nosotros (2019), sobre todo a la hora de mostrar una sociedad oculta bajo el suelo.

 

 

Parásitos es, además de un thriller con tintes de comedia negra, un drama social capaz de mostrar en pantalla los problemas de un sistema social en los que unos se aprovechan de otros para vivir mejor. Nos hace preguntarnos quiénes son los verdaderos parásitos, además de presentarnos la movilidad social, como un sistema marcado por la pérdida de la dignidad, la mentira y la lucha entre miembros de la misma clase.

 

 

La película está repleta de símbolos y metáforas sobre las diferencias entre clases. Las veremos en esta entrada, así como la crudeza de un mundo donde los pobres continúan pobres y los ricos se hacen más ricos. Por cierto, no sólo hay spoilers en la entrada, es que reviento la introducción, el nudo y el desenlace del filme.

 

 

 

 

TRES CLASES SOCIALES. TRES FAMILIAS

 

 

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Familia Kim.

Ya hemos expuesto cómo se presenta la familia Kim, de clase media-baja (más baja que media, últimamente la clase media está de desapareciendo). Una familia (padre, madre, hijo e hija) que vive en un semisótano, con un pasado mejor, y que subsiste con empleos temporales. Pero, al contrario de lo que sucede en muchas películas, la familia Kim no es mostrada para mostrar pena al espectador. No. Son personas sin valores positivos, sin planes a futuro, que no pasan una oportunidad para salirse con la suya, aunque eso conlleve el daño a otros.

 

 

La familia Kim conocerá a los Park, una familia que vive en una casa ajardinada con dimensiones de mansión en el punto más alto de la ciudad. Son una familia de clase alta. Ricos que no necesitan hacer labores del hogar, pues contratan a otros para que las hagan: limpieza, chófer, y demás. Una familia en la que el padre es un alto cargo de una compañía tecnológica, y cuyas mayores preocupaciones son los miedos del hijo pequeño.

 

 

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Matrimonio Park.

Estas son las dos principales familias y personajes de la película. No obstante, a la mitad del filme conocemos a otra. El matrimonio formado por la anterior ama de llaves (substituida por la madre Kim), y un hombre que vive en un búnker secreto dentro de la casa. Es una clase marginal, que vive en el subsuelo, ese subsuelo que recuerda al título de la obra de Dostoievski. Un hombre que no ve la luz del día, y que sobrevive de las sobras que le consigue hacer su mujer, además de las que consigue en alguna escapada a la superficie.

 

 

 

 

UNIÓN DE LAS FAMILIAS

 

 

No sólo llamará la atención del espectador las diferencias en los intereses y modos de vida de cada una de las familias. Lo que también queda claro es la unión y separación de cada una de ellas.

 

 

La familia Kim (clase media-baja) es una fuerza común. Hay una enorme cantidad de secuencias en las que se les muestran juntos, y hacen lo posible para trabajar todos en la casa de los Park. Cada miembro tiene la misma importancia. Cada uno de ellos participa en la subsistencia de la familia. Podrán ser unos aprovechados, sí, pero, por encima de todo, son una familia que se quiere.

 

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Los Park (clase alta), por otro lado, tienen unos lazos afectivos pobres. Pocas veces les vemos en el mismo encuadre, y son más las veces que vemos a cada uno de los miembros separados de sus familiares.

 

 

Si los Kim, al no tener recursos, se deben ayudar los unos a los otros, los Park lo arreglan todo con dinero. En vez de sentarse a hablar con el hijo, o estudiar con la hija, prefieren contratar a alguien para que lo haga. Creen que una «experta en arte» llega mejor a su hijo que su propia madre o padre.

 

 

El ama de casa es la única persona que juega con el niño pequeño. Su madre, aunque se preocupa mucho por él, nunca tiene contacto físico con la criatura. Literalmente, nunca le toca. Caso distinto es el de la familia pobre: todos llegan incluso a pegarse entre ellos. Este simbolismo va en sintonía con los hogares de cada familia (caótico el de los Kim, y frío, ordenado y aséptico el de los Park) y con sus estilos de vida.

Redacción Postposmo (2020). «¿Quiénes son los Parásitos en la película? – 20 detalles imprescindibles». postposmo.com

 

 

 

LAS ESCALERAS. LA VERTICALIDAD COMO SÍMBOLO DE ESTATUS

 

 

Cuando uno finaliza Parásitos se da cuenta de que muchos de los movimientos de cámara son en vertical. Vemos a los personajes, cada dos por tres, subir y bajar escaleras. Ya sea en la casa de los Park, como en la calle, las escaleras se muestran como un símbolo de estatus social.

 

 

diferencias entre clases socialesFijémonos en las viviendas de las familias. El semisótano de los Kim está en una zona tan baja de la ciudad que queda inundada por completo cuando diluvia. La casa de los Park se encuentra tan arriba, que ese diluvio es una bendición, pues, y lo dice la madre Park «ha limpiado la atmósfera».

 

 

Una escalera metafórica que los Kim han ascendido a través de la mentira. Les parece que la única forma de acceder a ese mundo elevado, el de las clases altas, es mediante malas artes. No obstante, al final de la película, el hijo sueña con trabajar mucho y poder comprar la casa, y reunirse así con su padre. Pero lo tiene complicado. Con el salario medio de Corea del Sur tardaría más de 500 años en reunir el dinero suficiente. De algún modo sí se nos da la idea de que los pobres lo tienen complicado para salir de la pobreza.

 

 

Esta verticalidad es una constante en todo el filme, y la vemos tanto dentro como fuera de la casa de los Park. El matrimonio formado por el hombre del búnker y la antigua ama de llaves es un ejemplo. Para acceder al búnker hay que descender unas caleras ocultas en el sótano de la casa de los Park. Es decir, la entrada al mundo marginal empieza en el lugar más oscuro de la clase pudiente. Además, la única que vez que el hombre sube las escaleras es para hacerse con sobras de la familia, y para cometer un crimen.

 

 

Una de las secuencias más famosas de Parásitos es la de la inundación. La familia Kim, quien había estado aprovechándose de la vivienda de los Park sin su consentimiento, deben huir una vez estos regresan de improviso. Para regresar a su hogar deben bajar a la parte más baja de la ciudad mientras diluvia. Ese descenso a su mundo, al de la clase baja, es mostrado por el descenso de numerosos escalones, que hacen de los personajes unas especies de hormigas descendiendo por un hormiguero.

 

 

El tema de la escalera en parásitos no ha pasado desapercibido para el público. No hay más que googlear «parásitos escalera» para encontrarse un buen número de artículos al respecto. De hecho, el propio director y guionista del filma, Bong Joon-ho, dijo que Parásitos era una «película de escalera». Aquí muestro algunos fragmentos interesantes de ellos:

 

 

Hay un claro énfasis en el uso de las escaleras, quizá como metáfora de la idea de movilidad entre clases. En muchas ocasiones, vemos a Ki-taek o a uno de sus familiares bajar escaleras o subirlas acompañado de alguno de los Park. Uno puede suponer que se trata de la propuesta del director por decir que realmente no existe una forma de ascender socioeconómicamente sin ayuda de alguien de arriba y que siempre se corre el probable riesgo de que la estancia en este nuevo nivel al que se ha escalado no sea muy duradera y, por una u otra razón, los de abajo siempre deben regresar, para quedarse o esconderse en el lugar que la sociedad ha creado para ellos.

Esta visión de Joon.ho sobre si es o no posible ascender en la escalera social y si los métodos que lo harían posible son los éticos o los moralmente reprochables parece quedar, deliberadamente y gracias al montaje del director de las últimas escenas de la cinta (que evidentemente no les revelaremos), a merced de la interpretación del público y el sentido que éste les quieran otorgar. Es esta apuesta por la ambigüedad la que le añade el toque final al que de por sí ya es un relato cautivador y adictivo. Después de todo, ¿qué es más intrigante que dejar a uno mismo el determinar si es posible esa clase de movilidad socioeconómica? Al responder esta pregunta que nos plantea, el filme obliga al espectador a confrontarse sobre su propia visión del mundo y su estructura social.

Gabriel Escogido (2019). «Parásitos: la hilarante ilusión de la escalera social». tomatazos.com

 

 

 

La peli teoriza a su manera sobre una escalera, una escalera como un ascensor social, una escalera averiada que no cumple con su misión. Los protagonistas no pueden pasar de pantalla, no pueden llegar al jardín, quedan, de alguna manera, encerrados. ‘Parásitos’ es una deliciosa comedia negra, familiar, o una sátira social a lo Dickens.

Subir una escalera para volver a bajarla, caer por la escalera, una y otra vez, como Sísifo, ser incapaz de hacer cima, de salir al jardín, de ver la luz, sentir que se ha roto el ascensor social, la promesa de una vida mejor, analizar la inutilidad, la injusticia, lo absurdo como en Albert Camus, y terminar, al final de la cinta, evocando a ‘Los Santos Inocentes’ de Mario Camus, del nuestro, el de Santander.

Roberto López (2020). «Sobre escaleras y parásitos». laopiniondemalaga.es

 

 

Y es que algo tan simple como que algo esté arriba o abajo está cargado de connotaciones. Justo al inicio de la película, la familia busca de forma desesperada conexión Wifi. ¿Dónde la encuentra? En el punto más alto de la casa, el retrete.

 

 

 

 

 

OTRAS METÁFORAS DE ESTATUS SOCIAL

 

 

COMIDA COMO ESTATUS SOCIAL

 

 

La cuestión de las clases sociales en Parásitos va más allá de las escaleras. Quizá el espectador occidental se sienta identificado a la hora de la comida. Y es que la cuestión de las comidas juega un papel a la hora de separar las clases sociales.

 

 

Tanto en los países mediterráneos como en los de América Latina comer juntos es una tradición. Para ejemplo la famosa secuencia de la comida familiar italiana de la película AmarcordDe hecho, se sabe que comer en familia o acompañado es bueno para la salud. Y es en estas reuniones en torno a una mesa repleta de comida que también se muestran las diferencias entre clases sociales.

 

 

La familia Kim aparece en numerosas escenas comiendo juntos. Es más, comen juntos hasta cuando se quedan a vivir en la casa de los Park. Son reuniones donde comparten sus experiencias y sueños. Incluso cuando planean cómo van a echar al ama de llaves lo hacen comiendo juntos en una pizzería. El propio director ha comentado esto:

 

 

Incluso la comida mostrada en pantalla en Parasite muestra distinción de clase. Donde nunca se ve a la familia rica comiendo juntos, la familia pobre siempre está unida, en el espacio de los demás revoloteando alrededor de una mesa que, la mayoría de las veces, está llena de comida chatarra. «En coreano, la palabra ‘familia’ se compone de dos caracteres chinos: cada uno significa ‘comer’ y ‘boca'», explicó Bong. “El significado mismo de familia en Corea es ‘comer bocas’. Como cultura, realmente valoramos comer juntos como familia.

«Para la familia pobre en particular, filmamos muchas escenas de ellos comiendo juntos. Incluso el público coreano pensó que no era un poco realista que siempre estuvieran tan unidos y salieran juntos … Para ellos, el mayor castigo es que ya no pueden comer juntos, están todos esparcidos y separados «.

Jenny Nulf (2019). «Upstairs, Downstairs: The Metaphors of Parasite». austinchronicle.com

 

Los Kim comen en casa de los Park.

 

 

La comida se convierte en un símbolo de unión de la clase baja. Incluso la bebida evoluciona. Las marcas de cervezas son cada vez más caras en su mesa hasta que, en la última comida juntos, que sucede en la casa de los Park, beben licores caros.

 

 

Por otra parte, los miembros de la clase alta, los Park, nunca tienen alguna comida familiar. Siempre comen solos. Para ellos la comida es sólo un descanso entre actividad y actividad, no una ocasión de socializar con tus seres queridos.

 

 

Señora Park comiendo sola.

Entre las cajas de pizza y los bufets, la comida marca los tiempos para los Kim de tener y no tener dinero, malestar y paz, realidad y aspiraciones. La comida es parte integral de esa transición. Es el catalizador de la felicidad de los Kim y sus eventuales horrores. Como parte del plan de los Kim para meterse en la vida de los Park, deben controlar y manipular, y con un ataque de larga duración que involucra melocotones y salsa picante  expulsan al ama de llaves de los Park , el mayor obstáculo en su control de la rica familia (…)

La comida de los Park sirve para recordar a los Kim su lugar: más bajo y en deuda. Su exceso de oferta sirve como una burla tácita para los Kim hambrientos. Su preparación es un servicio prestado, no una tarea realizada por gusto. Eso se ejemplifica mejor con la orden nocturna de último minuto de los Parks de «ram-don» (una mezcla de ramen y udon) rematada con solomillo (una carne que los Kim nunca podrían permitirse), que envía una noche ya tumultuosa para los Kim al reino de los trastornados. A través de la riqueza, los Park doblegan a los Kim a su voluntad, sin importar las molestias, y los Kim deben cumplir, porque ¿qué más harían?

Desde carne a la parrilla y pizza hasta fideos y frutas, la comida en Parásitos sirve como un símbolo de intercambio de poder, pero no importa cuánto puedan pensar los Kim que tienen la ventaja, los sistemas de poder más amplios solo existen para derribarlos. La ilusión de simbiosis entre las dos familias finalmente se rompe cuando los Kim descubren que hay otras sanguijuelas en el ecosistema. La violencia sistémica de clase da paso a una violencia más sangrienta y espantosa en la que la comida juega un papel desafortunado.

Bettina Makalintal (2019). «In ‘Parasite,’ Food Is a Violent Weapon of Class Struggle». vice.com

 

 

 

 

EL OLOR COMO DIFERENCIA DE CLASES

 

 

Además de las escaleras y la comida, el olor marca otra diferencia entre clases sociales. Durante toda la película, el cabeza de familia de los Park, el hombre de negocios, muestra una gran sensibilidad a los olores, en especial a lo que venga de la clase baja. Incluso el niño de los Park se da cuenta de que los Kim, los infiltrados en su casa, huelen igual. Deben lavar sus ropas con  detergentes y suavizantes diferentes.

 

 

diferencias entre clases sociales parásitosEl olor se convierte en otra distinción de clase, una menos llamativa para el espectador, pero más destacable para los personajes. Es más, es el símbolo de la clase social de los Kim. Pueden fingir que han estudiado, que tienen experiencia en sus trabajos, pero no pueden cambiar su olor. Ese olor tan desagradable para los Park, que el señor Park asemeja al olor del metro, es algo propio de ellos. Los Kim son clase baja, y siempre lo serán. Esa es una de las ideas de la película.

 

 

No puedes esconderte del olor en Parasite. Es opresivo. Se adhiere a ti y se filtra en tu piel. Es omnipresente y siniestro. Más allá de ser un mero símbolo de estatus social, el olor amenaza con exponer la identidad de uno y los oscuros secretos que acechan debajo. ¿Cómo hizo Bong Joon-ho que los aromas indetectables fueran tan indispensables para su película? (…)

En Parasite, las desigualdades sociales no se exploran a través del dinero o códigos de conducta. La palabra «pobre» nunca se pronuncia. En cambio, la posición social de los Kim se revela a través de los olores y aromas corporales. Un momento crucial llega cuando el hijo pequeño de los Parks, Da-song, comenta con curiosidad a sus padres que el nuevo conductor y el ama de llaves «huelen igual».

El olfato finalmente destroza el universo de los Park, mientras les recuerda a los Kim que su ropa nueva y sus ganancias más generosas nunca serán suficientes. Ambas familias demuestran cómo interactúan la posición social y el olfato. Sin dudarlo, los Kim atraviesan las aguas residuales, impermeables al hedor, para recuperar sus pocas pertenencias en una inundación. Por el contrario, el Sr. Park se ve obstaculizado decisivamente por un olor que encuentra desagradable, durante su propia emergencia familiar que amenaza su vida.

“Estos [son los] momentos en los que el respeto básico que tienes por otro ser humano se está rompiendo”, dice Bong. “El olfato realmente refleja tu vida. Muestra si estás luchando. que tipo de trabajo haces. Incluso cuando sientes el olor de otra persona, no hablas de ello abiertamente, porque puede ser de mala educación «.

Siobhan Lawless (2020). «Common scents: how Parasite puts smell at the heart of class war». theguardian.com

 

 

 

LA CASA Y EL ORDEN

 

 

Que los ricos tengan una casa-mansión y los pobres vivan en un cuchitril no es noticia. Sin embargo, las diferencias mostradas entre ellas destacan en la película, más allá de dimensiones.

 

 

La casa de los Park, al igual que la calle y semisótano de los Kim, se construyó desde cero. Se hizo así para permitir los movimientos que el director quería dentro de ella. Se trata de una casa moderna, con un enorme jardín, situada en la parte alta de la ciudad. Cuando los personajes entran en ella parecen adentrarse en otro mundo. Es como si el jardín sirviese de barrera. Los Park, la clase alta, vive aislada del resto, de la clase mayoritaria que es la media y la baja.

 

 

Todo se encuentra a la perfección en la casa de los Park. Reina el orden. Sólo las travesuras del niño Park rompen el silencio, la tranquilidad y la soledad que reina en la casa. Es tal el espacio de la misma, que la familia Park podría no verse en todo el día (algo que se da a entender). Parece que no hacen vida juntos.

Casa y jardín de los Park.

 

La perfección de orden y la amplitud de la casa de los Park contrasta con el caos del semisótano de los Kim. Es un espacio opresor, repleto de trastos sin valor y antiguos recuerdos. La calle en la que viven los Kim está sucia, incluso un borracho suele orinar frente a su única ventana. La suciedad del lugar aumenta incluso con la inundación, que hace que el váter devuelva aguas fecales.

 

 

Esta inundación, de la que hemos hablado antes, es importante a la hora de separar a las dos clases sociales. Tras esta catástrofe, las viviendas de los pobres quedan destrozadas. No tienen a nadie que les ayude a sacar sus pertenencias más valiosas, y deben pasar la noche en un polideportivo. Sin embargo, la casa de los Park está perfecta. No sufren las consecuencias del diluvio, y pueden celebrar un cumpleaños al día siguiente, como si nada hubiese pasado (para ellos no ha pasado nada).

 

 

 

 

LA LUCHA ENTRE LA CLASE BAJA

 

 

Uno debería esperar que la clase baja fuese solidaria con los que son como ellos. Pero son muchas las muestras en Parásitos de que esto no es así. Todo lo contrario. Lo que vemos es a unos personajes capaz de hacer daño a otros para su propio beneficio.

 

 

La primera vez que vemos el egoísmo y el desprecio de la clase baja hacia sus semejantes es durante una de las primeras secuencias de la película. La familia dobla cajas de pizza y después las vende a la pizzería. Mientras hacen esto fumigan la calle en la que viven. En vez de cerrar la ventana, la mantienen abierta, con el riesgo de contaminar  las cajas de pizza, sólo para conseguir librarse gratis de insectos.

 

 

Otro ejemplo claro de la lucha entre la clase baja es el mecanismo por el cuál los Kim entran a trabajar al servicio de los Park. Mienten, manipulan documentos, y crean falsas pruebas para echar a los trabajadores a los que quieren usurpar el puesto, sin que les importe su situación.

 

 

Y esto lo hacen para trabajar para otros. No se puede decir que luchan para «ser explotados», pues tienen buenos trabajos, pero pierden su bondad para conseguirlos y, como veremos más adelante, también su dignidad.

 

 

El mayor ejemplo de esta lucha lo encontramos en el conflicto entre los Kim y el matrimonio del sótano. Este matrimonio, formado por la antigua ama de llaves y el hombre escondido en el búnker, vive gracias a los Park, sin que estos lo sepan. En el momento en el que el ama de llaves es despedida por el montaje de mentiras de los Kim, se quedan sin nada. El espectador podría pensar que se podían haber aliado para mantener la situación de cada familia y permitir así la nueva vida de los Kim y la supervivencia del hombre escondido. Sin embargo, en el momento en que sale a la luz el engaño de los Kim, esto no se les pasa por la cabeza. Prefieren luchar y poner en riesgo su seguridad y sus vidas sólo para continuar viviendo de los Park.

 

 

Durante la secuencia de la inundación vemos como los Kim corren para salvar sus pertenencias. Mientras acuden a su semisótanos, sus vecinos les piden ayuda con el agua al cuello. Pero ellos no les hacen caso. La solidaridad entre la clase baja es puesta en entre dicho, a pesar de que después tendrán que compartir techo en el polideportivo.

 

 

 

¿QUIÉN ES EL VERDADERO PARÁSITO?

 

 

Parásitos nos muestra el modo de vida de dos clases sociales bien distintas. Los Kim se introducen como parásitos en la casa de los Park, comen su comida, beben sus licores y usan su lujoso baño sin permiso. La familia de clase baja vive de la clase alta. Sin embargo, la película va más allá conforme avanza el relato. Y si quitamos el foco en el dinero, las dudas sobre quiénes son los verdaderos parásitos comienza a aparecer.

 

diferencias entre clases sociales

 

 

Es verdad que los Park pagan a los Kim a cambio de sus servicios. De hecho pagan sin saber que, tanto la hija Kim, como el hijo Kim, no tienen títulos que avalen lo que hacen. Pero, al final del filme, uno tiene la sensación de que los Kim, la clase baja, han sido los más perjudicados. Es más, que ellos han sido parasitados por los caprichos de los Park.

 

 

Esa fue la sensación que tuve cuando se mostraba en la pantalla la secuencia de la inundación. Los Kim, que han perdido su hogar, pasan la noche en un polideportivo junto a cientos de personas. Duermen apilados, como si fueran insectos en una colonia.  A la mañana siguiente, reciben la petición de los Park para acudir y ayudar en la fiesta de cumpleaños de su hijo pequeño. Vemos a un hombre cansado, vestido de indio y separado de su familia.

 

 

¿Han sido los Kim parásitos de los Park? Es cierto que han vivido de ellos, pero ha sido a cambio de dinero. Es decir, han trabajado para ellos, aunque haya sido con malas formas. ¿Y si fueran los Park los verdaderos parásitos? ¿Y si fuera la clase alta la que vive a costa de la clase baja?

 

 

Los Kim han vivido sin los Park durante muchos años. Sin embargo, los Park parecen incapaces de vivir sin sirvientes. La clase alta da su dinero (que no le sobra), pero la clase baja da su tiempo y, a veces, su dignidad.

 

 

Lo han perdido todo, pero continúan con la farsa, pues es lo único que les queda. La cara de sueño del padre lo dice todo. Tras haber perdido su vivienda y haber pasado una noche de locos tiene que fingir normalidad mientras hace los recados junto a la sr Park. Una mujer rica que sólo tiene en mente la fiesta de su hijo. Durante la misma, se tendrá que vestir de indio y participar en un juego de niños. Ha perdido su dignidad, y está a punto de perder a su familia.

 

 

Durante las festividades, Kun-sae, el marido loco y atrapado, emerge del búnker y apuñala a Ki-jung, creando un pandemonio total. El niño de Park se desmaya y sus padres exigen que el padre, Ki-taek, los lleve al hospital, incluso cuando su propia hija se está desangrando. Ese momento aclara lo que deberían haber sabido todo el tiempo: que sus vidas todavía están limitadas por la servidumbre y que trabajan simplemente a los caprichos de su empleador.

E. Alex Jung (2020). «Bong Joon Ho on Why He Wanted Parasite to End With a ‘Surefire Kill’». vulture.com

 

 

 

 

LA IMPOSIBILIDAD DE ASCENDER A LA CLASE ALTA

 

 

La idea de que los pobres mueren pobres y los ricos mueren ricos queda clara al final de la película. Se ejemplifica, sobre todo, con el personaje de Ki-woo, el hijo de los Kim, el primero en conocer a los Park.

 

Ki-woo, el pequeño de los Kim.

 

La familia Kim, que sobrevive en su semisótano a base de trabajos temporales y mal pagados recibe la visita de un amigo del hijo Kim. Una visita que cambiaría sus vidas. Se trata de un universitario que antes de marcharse al extranjero durante un tiempo decide visitar a la familia de su amigo y darles un obsequio. Su regalo es una piedra Gongshi, de la cual se cree que traerá fortuna a la familia. Además, este visitante tiene una petición para su amigo, le propone ser profesor de inglés de una joven de familia rica, los Park.

 

 

Desde el momento que pone el pie en la enorme casa de los Park, el joven sentirá el deseo de ser parte de ese mundo al que no pertenece. Introducirá al resto de su familia como trabajadores de la familia con métodos no honrados, y llegará a delinquir para continuar con esa falsa vida que parece un sueño.

 

 

 

Ki-woo en la habitación de Da-hye (la hija de los Park) pregunta: «¿Encajo yo aquí?» mientras contempla la fiesta desde la ventana. Por su expresión confusa e ingenua, ella no parece entender la pregunta, pero dice que sí. A diferencia de su padre, ella ignora por completo la clase y el olfato. Enfrentado a las circunstancias, Ki-woo crea su propio plan para cuidar de su familia sosteniendo la piedra en un aparente ataque a la pareja del sótano. Sin embargo, las tornas cambian cuando el marido se libera ahora ataca a Ki-woo y lo deja por muerto.

«CLASS AS SMELL: THE UNIVERSALITY OF PARASITE» (2020). entropymag.org

 

 

Esa ambición es su perdición. Se siente tan atado a esa nueva vida, a ese deseo, que no puede separarse de la piedra Gongshi. De hecho, durante las inundaciones que asolan su calle y su casa, salva la piedra, y duerme abrazado a ella. Siente una conexión enfermiza con su deseo, el deseo de pertenecer a la clase alta. Un deseo que paga con lesiones a manos del hombre con quien lucha a mitad de la película. Su deseo ha terminado con él en una silla de ruedas.

 

 

A pesar de los trágicos acontecimientos Ki-woo no desiste en su deseo de habitar en la casa de los Park. Se imagina así mismo como el nuevo propietario, con la posibilidad que esto le brinda de reunirse con su padre.

 

 

Los Park se mudarían, solo para ser reemplazados por una familia alemana. Las particularidades pueden haber cambiado, pero la estación de todos sigue siendo la misma. Siempre habría otra persona rica para vivir en el piso de arriba, al igual que habría otra persona pobre colocada debajo de ellos.

La película termina con Ki-woo narrando las consecuencias: se despierta en el hospital de heridas en la cabeza solo para que le lean sus derechos. Está acusado y en libertad condicional junto a su madre; su hermana, Ki-jung, ha muerto; su padre desapareció hace mucho tiempo y se desconoce su paradero. Con una corazonada, Ki-woo camina por la ladera de una montaña que da a la casa de Park, donde nota un destello de luz que se registra como código Morse. Su padre, usando un método que Kun-sae (el hombre que vivía en el sótano y que asesina a Ki-jung) perfeccionó, le está enviando un mensaje. La película termina con Ki-woo escribiendo una respuesta. Mientras habla en off, vemos cómo toma forma su fantasía: tiene un plan. Él irá a la universidad, conseguirá un trabajo y ganará mucho dinero. Va a ganar tanto dinero que algún día podrá comprar la casa él mismo, y todo lo que su padre tendrá que hacer es subir las escaleras y salir al sol.

La penúltima toma de Parasite está envuelta en fantasía: padre e hijo abrazados en el césped verde brillante de la casa de Park que ahora es legítimamente suya. Bong podría haber terminado la película con esa nota de ambigüedad onírica, pero en cambio regresa al semisótano donde comenzó la película, descendiendo desde el estrecho espacio de la ventana hasta que Ki-woo le escribe la carta a su padre. No hay duda de cuál es la realidad. Su deseo de seguir luchando es Sísifo y es la roca que eventualmente lo aplastará.

E. Alex Jung (2020). «Bong Joon Ho on Why He Wanted Parasite to End With a ‘Surefire Kill’». vulture.com

 

 

 

 

PEQUEÑA REFLEXIÓN FINAL A CERCA DE PARÁSITOS

 

 

Parásitos ha conseguido lo que ninguna otra película coreana había soñado, conquistar al público occidental. Una película que ofrece tantas lecturas y combina tantos géneros a la vez sin decaer en ningún momento no es algo que se vea todos los días.

 

 

El espectador podrá ver en Parásitos las diferencias entre clases sociales, la desigualdad de la sociedad occidental, injusticias… Pero también asistirá a una comedia, a un thriller; a una auténtica obra maestra. Una película que ofrece reflexión y entretenimiento, cine en estado puro.

 

 

 

Ángel Cuesta Bascón

Octubre de 2020

 

 

Si te ha gustado la entrada quizá te gusten las de la ideología en el cine, la de estereotipos de género o la del cuerpo en el cine.

BIBLIOGRAFÍA

 

 

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